Tarifa es un lugar mágico, un enclave geográfico espectacular, puente entre Europa y África, límite entre el mar Mediterráneo y el océano Atlántico. Contando con un hermoso paisaje natural costero y terrestre muy bien conservado. Además, buena parte de nuestro territorio se encuentra protegido debido a su alto valor ecológico.
El Parque Natural de los Alcornocales siendo el mayor alcornocal de la península Ibérica con una belleza paisajística, su riqueza faunística y el esplendor de sus bosques, que hacen de este gran espacio natural un medio inigualable para el desarrollo de políticas de conservación de la biodiversidad.
El Parque Natural del Estrecho, espacio protegido y ejemplo de la diversidad paisajística, desde amplias playas de arena fina y claras hasta grandes acantilados rocosos.
Tarifa está caracterizada por la ocurrencia de fuertes vientos originados por la diferencia entre las altas y bajas presiones. Los vientos predominantes son los de componente oeste (Poniente) y los de componente este (Levante). Estos vientos pueden llegar a ser de una intensidad extrema, aunque lo normal es que soplen de forma continuada con una intensidad moderada.
Tarifa ha aprovechado el paso del viento como una gran oportunidad de diversión, generando toda una cultura, una forma de vida y un reclamo turístico gracias a los deportes acuáticos que requieren la fuerza del viento como el windsurf, kitesurf, etc...
Tarifa ofrece otras formas de divertirse también relacionadas con los recursos naturales de la zona como el avistamiento de aves, el buceo, rutas ciclistas, a caballo y, cómo no, el avistamiento de cetáceos.
En el año 1996 se realizan las primeras prospecciones para analizar la viabilidad y no es hasta el año 1998 cuando se empieza a realizar esta actividad ofreciendo al turismo de la comarca la posibilidad de observar estos animales en libertad.